Capitulo 17

Capítulo 17

Salió despacio, los guardias ya no la seguirían, Andrés había cumplido en eso.

Eran la una y media, sin pensar llego a una plaza que quedaba a unas cuantas cuadras de su casa, como si fuera una niña pequeña fue al columpio y comenzó a columpiarse. Luego de unos minutos, se levanto de allí, comenzó a caminar, fue hasta un señor que vendía helados, era un caluroso día de marzo, una vez lo compro se sentó en un banco  a comerlo suavemente mientras veía los autos pasar, de repente un auto para frente a ella y una nena sale corriendo hacía ella, la abraza fuerte, Melisa siente que su corazón comienza a latir fuerte.

-Mami, yo sabía que ibas a volver, que no ibas a dejarme sola –la abrazaba fuerte

Melisa se sorprendió al notar que había lágrimas en sus mejillas y que abrazaba a la niña. De repente vio qué dos niños la miraban, se acercaron a ella igual qué la niña, la abrazaban, su corazón parecía salirse del pecho.

-Niños –Melisa levanta la cabeza y ve una chica pelirroja que la mira con sorpresa- ¡No puedes ser!

-Mami ¿Por qué te fuiste? –pregunto no de los niños

Melisa: -trataba de contener las lágrimas- pequeños, –agachándose para quedar del tamaño de los tres niños- creo que están confundidos

-No, tú eres mi mamá –le dijo la niña- Yo soy Clara y ellos son Thiago y Valentino ¿No te acuerdas de nosotros mami? ¿Por eso te fuiste? –triste

-Niños, –hablo la pelirroja de nuevo- ella no es su mamá.

Thiago: ¡Mentira! Yo vi fotos de mi mamá y videos, ella es mi mamá –señalando a Lali- Es rubia, pero es mi mamá. Jenny, ahora no quiero que seas la novia de mi papá

Clara: yo nunca quise mami, la pecosa nunca me cayó bien –aseguro

Melisa: pequeños, -hablándoles tiernamente- me encantaría ser su mamá, sería un hermoso regalo, pero no lo soy

Clara: pero eres igual a mamá –insistió la niña, se saco la mochila que llevaba en la espalda, la abrió, de un cuaderno saco una foto y se la mostro a Melisa- ¿Ves?

Melisa miraba la foto impresionada, no solo era prácticamente idéntica a la mujer de la foto, esa mujer estaba con Peter, esos niños eran hijos de Peter, volvió a mirar a la pelirroja que hablaba con urgencia por teléfono, ella era la novia de él, la cabeza empezaba dolerle, era todo tan raro

Valentino: Mamá ¡Vamos a casa así ves a Dulce!

Melisa: -sentía que La garganta se le cerraba, sentía dolor, no sabía explicar lo que sentía- De verdad, amaría ser su mamá, pero no lo soy, mi nombre es Melisa, -trataba de explicarles

CLARA: ¿Melisa? –Extrañada- Mamá tú nombre es Mariana y te dicen Lali

Jenny: Niños, ella tiene razón –ya había colgado el celular- Ella no es su mamá –intentaba explicarles- Ella se parece pero no es su mamá, yo ya llamé a su papá, él vendrá enseguida

Clara: él no es mi papá, mi papá murió

Jenny: Clara, sé que no te caigo bien, pero no tienes porque tratar a tú papá así

Clara: entonces vete, mi mamá volvió, mi papá no va a querer nada contigo.

Valentino: si Jenny, ahora tenemos a mamá –los niños volvían a abrazarla.

Peter estaba entrando a una reunión cuando Jenny la llamo para avisarle que los niños habían visto a Melisa y que no había forma de separarlos de ella. Aunque Jenny se había referido a Melisa como “La mujer que se parece a tu difunta esposa. “

Al llegar allí los vio abrazados a ella, su corazón empezó a latir fuerte, por un momento su mente quiso imaginar que era Lali, Lali con sus hijos. Una imagen que siempre quiso tener. Respiro hondo y se acerco a ellos

Peter: niños –ellos lo miraron

Thiago: papá, mamá volvió, aunque dice que no es mamá –extrañado

Peter: pasa que ella no es su mamá. –Se acerco más a ellos y se arrodillo igual qué estaba Melisa- Se que quieren que su mamá no esté en el cielo, pero esa es la realidad, Melisa no es su mamá, si se parece mucho, pero no es ella. –Explicaba- Melisa tiene veinticuatro años, su mamá tendría cinco años más.

Clara: dices eso porque quieres seguir con la pecosa –lo acuso

Peter: no le digas así a Jenny, figo la verdad

Clara: -mira a Melisa- Entonces ¿Es verdad que no eres mi mami?

Melisa: desgraciadamente no, pero me encantaría tener una hija tan hermosa –le sonrió conteniendo sus lágrimas- Y dos hijos tan tiernos –mirando a los dos varones- Pero no es así, solo tengo un bebé pequeño.

Clara: Pero te pareces mucho a mi mamá y yo extraño a mi mamá –lloraba, Melisa no pudo evitar abrazarla, su corazón se estrujaba al verla llorar

Melisa: tranquila, estoy segura que tú mamá, donde esté amaría poder abrazarte, seguramente eras un pedacito de cielo para ella.

Clara: pero ella ya está en el cielo –sin entender

Melisa: si, pero un pedacito de ella está en ti y en tus hermanos.

Peter: -miraba enternecido como Melisa le hablaba a los niños- Melisa tiene razón –ella lo mira- su mamá está con ustedes siempre, en todo momento, ella es una estrella en el cielo por las noches que les hace compañía

Valentino: ¿De verdad?

Peter: si, ahora vamos a casa. Dulce nos debe estar esperando para comer todos juntos

Jenny: si, vamos que los llevo –les sonreía tiernamente

Thiago: -a Melisa- ¿Te puedo dar un beso? –preguntó algo cohibido

Valentino/Clara: ¿Y yo?

Melisa: claro que pueden –les dan un beso y ella les da otro, después se van con Jenny. Peter les dice que enseguida los alcanza. Ambos ya estaban parados, ya que antes estaban arrodillados con los niños

Peter: disculpas, como te dije eres muy parecida a Lali y ellos al verte pensaron que eres ella, más Clara que la extraña y la necesita mucho. Los cuatro la necesitan, pero Clara es la que está más encaprichada en rechazar a Jenny y a no quererla, según el psicólogo, tiene miedo  a que alguien ocupe el lugar de su mamá, aunque nadie lo va a hacer nunca.

Melisa: tranquilo, me impresione cuando me dijeron mamá, más que nada Clara, me abrazo con fuerza. –Lo mira y le da la foto que Clara le había dado- Clara me la dio para que viera que yo era su mamá y la verdad es que entiendo la cara de todos los que la conocían cuando me ven.

Peter: ¿Seguro estás bien?

Melisa: si, estoy rara, como que me dolió el dolor y la tristeza de ellos, no sé, no puedo explicar lo que sentí, fue muy raro. –Lo miraba- Quizás es porque se lo que es perder a un ser querido, no sé.

Peter: quizás –la miraba a los ojos, se notaba que estaba sensibilizada- ¿Quieres que te lleve?

Melisa: no, ve con los niños, ellos te necesitan más que yo.- Lo mira un poco dudosa- ¿Tienes un papel y un lápiz? –le pregunta

Peter: si –sorprendido saca su billetera, de allí saca una tarjeta y del bolsillo de su saco negro un bolígrafo, ella lo toma, se arrodilla, apoya en el banco que antes estaba sentada, escribe, se levanta y le entrega de nuevo el papel y el bolígrafo a Peter. Él la mira interrogante

Melisa: es mi número, se que quizás no quieras y que no puedo reemplazar a tú mujer, pero si los niños quieren hablarme no tengo problema

Peter: gracias –sorprendido por el gesto de ella

Melisa: no hay nada que agradecer. –Se acerco, le dio un beso en la mejilla, ambos se miraron un momento y ella se fue

Peter: “Es una locura” –pensó de un pensamiento repentino que tuvo, guardo el número de ella, se dirigió a su auto y se fue a su casa.

Rocío estaba con Emilia  en el bar, ambas estaban leyendo la carpeta que les entrego un detective.

Emilia: es raro, solo hay información de Melisa de hace tres años hasta ahora –extrañada

Rocío: si, antes es como si no hubiera existido –leía una y otra vez

Emilia: esperemos que el detective pueda encontrar algo más, yo por lo pronto voy a mostrarle las fotos que tenemos a papá y a Eliana.

Rocío: ¿Te parece? –dudosa

Emilia: si, les voy a contar lo que sabemos, que se nos hace raro el parecido que hay entre las dos.

Rochi: ¿Quieres llamarlos, que vengan, les contamos y les preguntamos?

Emilia: si, quizás eso sea lo mejor. –Rochi asiente y ella llama a su padre y a Eliana para que vayan allí.

A la media hora los dos se presentan en el bar, les cuentan, les muestran las fotos que les dio el detective.

Eliana: impresionada- ¡Es muy parecida!

Francisco: Demasiado –igual de impresionado

Eliana: Francisco, siempre te dije que estaba demasiado gorda para que fuera solo un bebé el que llevaba adentro, nos afanaron una –decía como respuesta ante lo que veía- Además nos dejaron la que menos parecida a mí, está se nota lo bien que combina los colores.

Francisco/Rocío/Emilia: ¡Eliana! –a la vez con mala cara

Eliana: adoraba a mi hija, pero era totalmente opuesta a mí

Francisco: Eliana, no eran gemelas, solo tenías a Lali en tú vientre, además está muchacha es más joven que nuestra hija

Eliana: Entonces ¿Por qué se parece tanto?

Francisco: no lo sé, pero tenemos que averiguarlo. –Mira a Rocío y a Emilia- Gracias por contarnos

Emilia: no tienes qué agradecer, ambas creímos qué debíamos hacerlo

Eliana: yo voy a hablar con mi padre, él tiene muchos contactos, seguro algo va a averiguar.

Francisco: en eso tienes razón, Fernando podrá aportar datos. -Mira a Rocío- ¿Le dijiste a tú hermano de esto?

Rochi: no, él está intentado rehacer su vida. A pesar de que ha hablado con Melisa y eso, se que quiere mantenerse lejos –Francisco asiente y ellos siguen hablando

Melisa llego a su casa, fue derecho a su habitación, se sentía perdida, no entendía porque le dolía tanto como se sentían esos niños, porque le dolía el dolor de ellos, se sentía culpable, culpable sin saber el porqué de ese sentimiento. Sus lágrimas caen como cascadas por sus mejillas, no sabe cómo ni por qué, solo corren por sus mejillas sin explicación

Andrés estaba en su escritorio, a pesar de que sintió a Melisa, no se lo hizo notar a ella. La notaba abatida, eso lo preocupada, el encuentro de ella y los niños jamás debían haberse cruzado. Eso era peligroso, muy peligroso. Tenía que sacarla rápido de allí, no la iba a perder, no pensaba hacerlo.

Despacio fue hasta el cuarto que ambos compartían, ella estaba allí, lloraba, suavemente se acerco.

Andrés: Amor ¿Paso algo? –preocupado

Melisa: -lo mira- No sé porque lloró, no sé porque nada, simplemente me siento triste, culpable, culpable y no sé porque –siguió llorando y él la abrazo

Andrés: “Tengo que llevármela, sin duda el haber visto a los niños la sensibilizo demasiado, no puedo arriesgarme, tengo que encontrar una escusa, una escusa para llevarla lejos” –pensó

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Gracias por los doce comentarios. Dedicado a Emi Mealla primera en comentar.

Creo que a Clarita la van a amar toda la novela, y el capítulo que viene ni se diga jaja.

Como saben mi laptop anda mal, por eso estoy trasladando algunos archivos.

Se que quieren beso y después rock, supongo que en uno o dos capítulos se viene el beso, pasa que como les explique, quiero que se enamoren sin saber quien es quien, es raro, pero me gustaría =) Estoy en una fase romántica.

Se las quiere

Sus comentarios son mimos al alma

Besos 

Vicky ♥