Corto: Capitulo 6

Capitulo 6 

Nicolás dio varias vueltas, no podía perder a su hija, ella era única para él, lo único que en verdad quiso y deseo con todas sus ganas.

Nicolás: no voy a dejar que se muera, no va a pasar eso. -estaba en su escritorio, salió de allí, fue directo al garaje, cuando fue a sacar las llaves de su auto no las encontró, las busco y nada, fue hasta donde tendría que estar su auto pero no estaba. Enseguida fue hacía uno de sus siervos, le pregunto y él lo miro sorprendido

-Usted recién salió señor 

Nicolás: -furioso- ¡Si me ves acá, es porque no salí inútil!

-Perdón señor -nervioso- vimos salir su auto y creímos que era usted

Nicolás: ¡Obviamente no era yo! -cada vez más furioso

-Nicolás -entrando al living

Nicolás: Alejo, ahora no -pidió tratando de controlar su furia

Alejo: es importante, Mariana no está en su cuarto

Nicolás: -lo mira- ¿Cómo qué no está en su cuarto? -entre sorprendido y enojado

Alejo: no, no está ella ni la pantera esa que ella tiene.

Nicolás: ¡Maldita sea! ¡Ella fue la que salió en mi auto! -entre nervioso y furioso. Mira a su siervo- ¡Ya rastrean mi auto! -ordenó

-Si señor. -se fue corriendo

Nicolás: ¿Cómo está? -Alejo lo mira- La realidad, quiero saber si está bien como para llegar a algún lugar en el auto o puede desvanecerse en el volante -nervioso

Alejo: no puedo asegurarte nada, ella estaba muy débil, luego de llegar a Argentina estuvo casi estás dos semanas en cama. No te puedo asegurar nada

Nicolás: ¡Le pasa algo y yo no se de lo que soy capaz! -lleno de furia, se fue de allí dejando a Alejo solo

Alejo: espero que no la encuentres -susurro

Tuvo la astucia de desactivar el GPS, además de dejar su celular, necesitaba verlo, aunque solo fuera de lejos, quería verlo.

Lali: Lucy, son varias horas hasta Buenos Aires, pero llegaremos  -le sonrió a su pantera- Voy a verlo, aunque el me odie, necesito verlo. Nunca pensé que me iba a hacer dependiente de un humano -suspiro- Solo espero que papá siga al camión en el que tiré el GPS un buen rato, luego voy a volver, pero quiero verlo. Además quiero hablar con Rocío y Pablo, espero que Inti halla podido darles la fórmula, es como el dice, todos tenemos elección, ellos no quiere ser lo que son, se merecen una oportunidad. -mira por el espejo retrovisor a Lucy- ¡Ojo! No me volví buena, solo es una forma de deshacerme de Rocío, ella quiere ser humana, nunca sirvió para vampiro. Además tengo miedo que un día le de la loca y te utilice de cena. Quizás no este para matarla como se merece su te toca.

Estaba cansada pero seguía, su corazón quería llegar, su corazón quería verlo de nuevo.

Inti terminaba de inyectarles la fórmula a Rocío y Pablo, solo restaba esperar, por eso los encerró en una habitación, en unas horas se sabría el resultado.

Inti: ahora voy a ir a buscar algo para comer, una rica presa. -sonrió- Al fin de cuentas, algo que debo agradecer a Mariana, es que me halla mostrado el placer de cazar. -sonrió y se fue.

En el cuarto los organismos de Pablo y Rocío luchaban por aceptar la fórmula, esa formula eliminaba el veneno, hacía que la sangre volviera a correr por su cuerpo, además de no hacerlos envejecer de inmediato, como los humanos el tiempo volvería a pasar por ellos, haciéndolos envejecer gradualmente después de despertar.

Pero corría el riesgo del que el veneno no cediera, corrían el peligro de que sus cuerpos murieran, que no resistieran la combinación química del veneno y de la fórmula.

Eran las ocho de la noche, decidió hacerse algo para comer, estaba cansado de pensar y pensar, y no encontrar una solución.

La amaba, pero no podía estar con ella, no podía estar con una asesina. Él desde pequeño quiso ser policía para encerrar a los criminales, a los asesinos que andaban por la calle. No podía vivir con una persona que mataba personas.

Se levanto del sofá, fue a la heladera, no había nada allí, por eso tomó las llaves, decidió ir a supermercado, eran solo cinco calles que haría caminando, la brisa otoñal lo ayudaría a pensar. Fue hasta el súper, compro todo lo que necesitaba, al llegar a la esquina de su casa, se sorprende al ver un LAMBORGHINI veneno estacionado enfrente al edificio de apartamentos en el que el vivía.

 Su corazón empieza a palpitar más rápido en su pecho cuando la ve salir del auto, estaba un poco más delgada, no tenía ese aspecto lleno de vida que tenía antes, parecía frágil, le pareció que hablaba con alguien cuando bajaba. Tomó aire, camino hacía ella despacio, ella de pronto gira la cabeza y lo ve, ambos quedan perdidos en la mirada del otro por un momento, un momento mágico para ambos. Él se acercaba a ella, ella lo veía, estaba como paralizada

Peter: -al llegar frente a ella- ¿Qué haces acá Mariana?

Lali: -sin dejar de mirarlo- Ya hice lo que vine a hacer, ya me voy -suspiro

Peter: -notó que ella estaba muy pálida- ¿Estás bien?

Lali: si, tranquilo, muy pronto no te molestaré más -iba a subir de nuevo al auto, el le agarro el brazo

Peter: espera, creo que nos debemos una charla, una última charla

Lali: -respiro hondo- Si, quizás tengas razón, pero no creo que mi padre demoré en encontrarme, no le va a gustar verme acá y además no puedo dejar a Lucy en el auto, solo

Peter: será sola y ¿Quién es Lucy?

Lali: es él por eso es “solo” y es el mejor amigo que tengo, mi pantera

Peter: ¿Es joda? -ella lo mira- ¿Tienes una pantera de verdad ahí? -señalando el auto

Lali: si, tiene dos años, es lo más amoroso que existe

Peter: es un depredador

Lali: no, se le compra carne especial y no come la carne cruda, le hace mal pobrecito.

Peter: Deja de tratarla como macho, es una pantera, es hembra

Lali: ¿Acaso “La pantera rosa” no es macho? -lo mira- Te recuerdo que en el dibujo siempre se lo trata como macho, existen las panteras macho, salvo que ahora las hembras tengan pene

Peter: -la mira- OK, ahora subamos y sube a ese animal que tienes ahí, solo trata de que no mate a nadie, aunque no se porque te lo digo si tú quizás eres más peligrosa

Ella suspiro, bajo a Lucy y subieron hasta el apartamento de él, Peter agradeció al cielo que nadie los hubiera visto con un animal salvaje.

Una vez en el apartamento dejo las bolsas en la mesada de la cocina, fue con Lali hacía el living, la pantera se recostó en los pies de Lali cuando ella se sentó. Peter lo hizo frente a ella.

Lali: -lo miraba a los ojos- Se que me odias, que para ti soy la peor basura que camina sobre la tierra. No tengo una escusa, no te puedo decir que me arrepiento de lo que hice, porque no es así. Yo soy esto, soy una mitad humana, mitad vampiresa. Elegí tomar la sangre de los humanos, me gusta cazarlos, me gusta ver cuando la vida se les va. -él la miraba con horror, ella sonreía triste- ¿Ves? Te horrorizas, me ves como un monstruo, quizás lo sea, quizás. Nunca fui santa, fui bastante diabla. Mi error fue enamorarme de ti, creí que nunca me pasaría, pero bien dicen que nunca digas nunca.

Peter: ¿Por qué si puedes alimentarte de otra manera no lo haces?

Lali: porque desde chica solo aprendí a cazar. -sincera- La primera vez que comí comida humana fue contigo, las veces que salimos. Nunca antes la había probado.

Peter: ¿Por qué torturaste a Manuela?

Lali: yo no la torture, yo no me meto con “Los juguetes” de papá, es como él les dice a los humanos que deja vivos, él se divierte torturándolos y a las mujeres violándolas para poder tener más hijos, algo que solo consiguió con la mujer que me dio la vida y que está muerta.

Peter: yo no voy a negar que te amo, pero no puedo estar contigo, eres una asesina, no mataste a mi hermano, pero lo dejaste convertirse en un vampiro

Lali: yo no lo deje hacer nada, él quiso hacerlo, él fue el que pidió que se lo convirtiera. Yo quería matarlo. -sincera- Se que esto me hunde más contigo pero es la verdad, me pasa lo que me pasa contigo, su sangre me llama, me da muchas ganas de sentirla en mis labios. Pero no puedo hacerlo, no puedo quitarte la vida, no podría perdonarlo nunca. 

Peter: ¿Seguro estás bien? -volvió a preguntarle, la veía pálida, muy pálida.

Lali: me tengo que ir. -sin responderle- Espero que seas feliz Pitt -se paro, Lucy junto a ella. -De corazón, espero que encuentres a alguien a quien amar y te ame profundamente. Te mereces ser feliz

Peter: Rocío y Pablo me dijeron que te estabas muriendo ¿Es cierto?

Lali: -no le contesto, se acerco despacio a él y lo beso, lo beso con todas las fuerzas-

Él no se resistió, respondió a ese beso, respondió con todo su ser, ese beso se hacía cada vez más pasional, él no dudo en tomarla en sus brazos y llevarla a su cuarto, no se decían nada, solo entre besos se sacaban la ropa, poco a poco se entregaban a ese amor que tenían. Gemían de placer, de ese placer que solo ellos compartían. Al llegar al clímax, ambos se dijeron te amo.

Lucy mientras tanto, se encargaba de tomarse la leche que Peter había comprado, ya que tiro la bolsa de la mesada.

Nicolás se demoró siguiendo el GPS de su auto, ese GPS estaba en un camión, ya le parecía raro que Lali fuera rumbo a Jujuy, sin dudas fue directo a Buenos Aires, ella seguramente estaría con Pedro.

Se dio cuenta que no se había equivocado cuando ve su auto frente al edificio que vivía Pedro.

Fue directo al apartamento, tocó timbre varias veces hasta que al final Pedro le abrió la puerta

Nicolás: ¿Dónde está mi hija?

Peter: está bien, está durmiendo -serio

Nicolás: -entrando -vine por ella

Pedro: no se la va a llevar

Nicolás: claro que lo voy a hacer, mi hija se está muriendo, no voy a hacer que tu adelantes su muerte, tú la odias -aseguro- Maldigo el día que ella te conoció, ojala ella te hubiera matado, no hubieran hablado, ni se hubieran conocido. Por tú culpa ella se está muriendo

Peter: ¿Qué dice? -sin entender

Nicolás: Lali, se está muriendo, su organismo está dejando de responder. No le dan más de dos meses, su organismo está deprimido, ella inconscientemente no quiere vivir. Todo porque sabe que la odias. Te aseguro que te vas a arrepentir toda la vida si no logro  salvarla. -aseguro lleno de furia- Ahora me la voy a llevar

Peter: antes tendrá que matarme -se impuso ante él

Nicolás: -sonrió- será un placer -tomó la daga que llevaba siempre con él

-¡No! -no le dio tiempo de frenar su mano, cuando quiso ver, su daga estaba en el pecho de su hija

Continuará...

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Gracias por los 17 comentarios. Dedicado a Vale primera en comentar.

Perdón por la demora, estuve complicada. Si encuentran más errores que los acostumbrados es porque cambie de productor de textos.

Mañana subo el último capítulo del corto. También subo Entre las leyes del amor, hoy no porque mientras termino de escribirlos se hace muy tarde y quién sabe hasta que hora las tengo.

Espero les guste y no me maten, hago lo que leí que la mayoría quería y era mi idea original.

Leo sus comentarios, de verdad espero les guste.

Ya 573 miembros en el grupo, aún no lo puedo creer. Gracias =)

Se las quiere

Sus comentarios son mimos al alma

Besos

Vicky ♥